¿BIOPODER? ¿BIOPOLITICA?...

Habíamos escuchado y leído acerca de biopoder y biopolítica. Habíamos visto las posibilidades de aplicación de estos términos, pero nunca ha quedado más claro que cuando el Dr. Héctor Ponce de la Fuente, de la Universidad de Chile imparte un seminario acerca del autor de estos conceptos, el francés Michel Foulcault, quién desde los años 70s se pregunta y expone acerca de estos temas concernientes a esclarecer el rol del humano en la sociedad, sin embargo este rol se ve superado desde “las realidades” que vive este nuevo hombre, en esta nueva sociedad, ya globalizada. De tal modo que cuando el hombre ha de “levantar cabeza”, la sociedad ya lo habría atrapado, dominado, conquistado y manipulado e incluso “raptado”.

Los conceptos a los cuales hacemos alusión son los siguientes (en términos muy sencillos): biopoder, entendido este como el gobierno de la vida individual del hombre, vale decir, el desarrollo de sus propias libertades y subjetividad; y biopolítica, como el gobierno de la vida social, pero especialmente para “coordinar y dar una finalidad” a la “dinámica del cuerpo social”, pero en constante “resistencia”. Esto implica que, aquello que se conocía como “la vida” y su ejercicio individual y/o social ahora son muy distintos y se puede ejercer poder sobre cada uno de ellos, por ejemplo la famosa pastilla del día después; las individuos eligen; los derechos constitucionales son rebasados por los individuales y por el otro lado, los derechos inalienables son relativizados y biopolitizados al ser masificado desde el gobierno el uso del fármaco. Otro ejemplo es el de Zaldivar, que por haber hecho uso de sus derechos individuales de “resistencia” es expulsado de su partido. El control biopolítico es que no querían más conflictos, pues la derecha se acercaría demasiado al poder, o a la posibilidad siquiera de gobierno alterno. Bajo esta perspectiva, el ser humano estaría tan relativizado por una “dictadura de la relatividad”, del relativismo moral; que es capaz de justificar cualquier circunstancia.

Pero aquí Foucault se adelanta creyendo y explicitando una posibilidad de concebir una nueva ontología que parte del cuerpo y de sus potencias para pensar el “sujeto político como un sujeto ético” v/s el mero “sujeto de derecho”. En consecuencia, cualquiera sea la forma del poder éste debería tener un control-otro, ya que es la ética la rectora de las nuevas normativas.

También existe la duda de si sólo es una nueva respuesta marxista del quehacer del hombre, mas esto no es así, puesto que el mismísimo Foulcault, señala su rechazo al decir que se trata de “todo un campo material complejo en el que entran en juego los recursos naturales, los productos del trabajo, su circulación, la amplitud del comercio, pero también la disposición de las ciudades y carreteras, las condiciones de vida (hábitat, alimentación, etc.), el número de habitantes, su longevidad, su vigor y su actitud para con el trabajo.” De tal suerte que los ámbitos meramente marxistas son superados, no obstante ello, el cuerpo social es sometido colectivamente por esta otra superestructura: el capitalismo globalizado (lo que en Marx era la infraestructura).

El gobierno individual entonces como biopoder si es ejercido sólo desde la subjetivación, por lo tanto los caminos del capitalismo puro, neoliberal; seguirían siendo devastadores para Chile y Latinoamérica, ya que anula a cada persona para arrastrarla al circuito del mercado o de las escenas posmodernas; y por otra parte la biopolítica está en detrimento, pues los poderes fácticos (económicos, religiosos, étnicos, racistas, partidistas, etc.) superan la coordinación y la finalidad. Recuérdese aquí que la coordinación y la finalidad tienen como base “la resistencia” de este cuerpo social dinámico, en consecuencia sería menester “maximizar la multiplicidad de las relaciones entre fuerzas que son coextensivas al cuerpo social, y no sólo, como en la economía política clásica y su crítica, la relación entre capital y trabajo”; existen otras relaciones también, declaradas en los DDHH, o en cada Carta Fundamental, por ejemplo..